Uno de mis primeros recuerdos relacionados con mi vulva es estar haciendo baños de asiento porque me ardía orinar. Había contraído una infección vaginal cuando tenía unos 5 años y debía esperar unos minutos que me parecieron horas en el baño. Y debo decir que las infecciones vaginales son algo muy común en las niñas y éstas no tienen que estar relacionadas con una vida sexual activa ya que son varias las causas. Como por ejemplo: el no limpiarse con una correcta direccionalidad al momento de orinar o defecar, usar ropa apretada y usar ropa de material sintético que encapsule la humedad en esa área.

Y quiero detenerme especialmente en el detalle de la direccionalidad al momento del aseo. Por su distribución el ano, la vagina y la uretra quedan muy cerca y por eso es muy fácil que restos fecales puedan llegar a la entrada de la vagina y generar una infección. Por eso cuando defecamos la limpieza debe ser del ano hacia atrás sin regresar el papel por vez que lo usemos, hasta que no aparezcan restos de materia fecal. Cuando orinamos o limpiamos la sangre de la menstruación debemos de ir de la uretra hacía atrás. De igual manera extremar precauciones al usar hilo dental como ropa interior ya que por su forma hay riesgo de contaminación con restos fecales y por consiguiente posibles infecciones. Y en la medida de lo posible usar ropa interior de algodón ya que es una parte del cuerpo húmeda y necesita transpirar. Si tuviste un día largo y activo o vives en un lugar muy caluroso como Mérida es recomendable que te cambies el calzón dos veces al día.

Ahora vamos con los cuidados de limpieza de la vulva. La primera vez que me di cuenta que mi vulva tenia que ser tratada de una manera diferente al resto de mi cuerpo fue cuando bañándome, como a los 7 u 8 años, usé la espuma del jabón entre mis labios menores, según yo para limpiarme ¡Y válgame que dolió! Sentí un ardor más allá de lo descriptible. Esa experiencia se me quedó muy grabada y nunca más lo volví a hacer ya sólo usaba agua para limpiar entre mis labios mayores y menores. No creo haber sido la única a la que le pasó esto, pero el nivel de secretismo y tabú que rodeaba esa área de mi cuerpo mientras crecía me contenía a hacer cualquier pregunta con los adultos cercanos. Así que de mi parte te recomiendo sólo usar la espuma del jabón en el exterior de los labios mayores e ingle y agua para los labios menores. Y no tienes que limpiar tu vagina por dentro, ella ya se limpia sola. De ahí el flujo que tiene, ahí van células muertas, bacterias, etc.

Y en cuanto al largo listado de productos para que la vulva huela a miles de cosas éstas no son necesarias. El olor en la vulva es esperable y natural de hecho es importante que sepas a qué huele tu vulva en un estado normal para que si se presenta algún cambio puedas identificarlo. En el interior de la vagina hay todo un ecosistema de bacterias buenas y de ahí que tenga un olor específico, el cual te invito a que hagas el ejercicio de identificar. Claro que si hay un olor similar al pescado o un aroma desagradable se tiene que ir con el ginecólog@ ya que es signo de una infección que debe tratarse por un especialista. Así que no te mortifiques sin necesidad mejor ahorra ese dinero.

Dime, ¿También tuviste esa experiencia con el jabón?, ¿Te sientes presionada a que tu vulva huela a flores del campo?, ¿Te hubiera gustado que te dijeran el manual de cuidado de tu vulva?, ¿Le has dado a alguien estos consejos u otros?

Yarely Bracamontes Cetina